El vino ¿una alquimia natural?
Comenzaré con la definición de la palabra “Alquimia” según la RAE. El origen etimológico de la palabra es árabe, se forma con el prefijo al- : y el vocablo griego khyma que significa “mezcla o fusión de líquidos”. Se define como un conjunto de especulaciones y experiencias, generalmente de carácter esotérico, relativas a las transmutaciones de la materia. La alquimia es una práctica antigua llena de misterios considerada como la precursora de los conocimientos químicos, físicos y astronómicos que conocemos hoy.
Un coup d´oeil a la historia
Teniendo en cuenta que la base de la alquimia es la transformación de una cosa material en otra distinta, podemos observar que la alquimia existe desde tiempos remotos, en el Neolítico ocurrieron muchos descubrimientos como la cerámica, la agricultura, la herbolaria, la extracción y utilización de pigmentos naturales para teñir telas y rocas, trabajo del metal, la madera y el barro cocido para la construcción, todo gracias al dominio del fuego, hasta la producción de cerveza y vino.
La alquimia alcanzó su apogeo en Alejandría donde se une el conocimiento de la filosofía de los antiguos griegos con la tecnología de los antiguos egipcios. Los árabes transmitieron estos conocimientos a Europa donde tuvo un auge floreciente en la Edad Media.
Los alquimistas anhelaban descubrir el “elixir de la vida eterna”, el “éter o Quinto Elemento” y la transmutación de metales en oro, por lo que se sabe, muy pocos llegaron a conocer en profundidad estos misterios herméticos.
Alquimia
Ya dimos un paseo rápido por la definición del término y su historia…mientras escribo se me viene la imagen de las abejas cuando extraen el néctar de las flores, si ellas transforman el polen de las flores en un elixir tan dulce y suave como la miel, esa transformación no sería ALQUIMIA natural ?…claro que sí, convierten una sustancia en otra muy diferente “ Qué mágico !! Estamos rodeados de procesos alquímicos.
Y llegando a lo que me gusta, hablemos del VINO… ¿Es una ALQUIMIA NATURAL? En la enología también se produce una transformación, cuando el mosto de la uva se transforma en vino, desapareciendo el azúcar natural y apareciendo el alcohol, este efecto se produce a través de la fermentación.
La alquimia sucede en las barricas, la madera favorece la microoxigenación, el aire va penetrando por los poros y se producen varias reacciones en el interior que ayudan a dulcificar el vino y lo mantienen vivo más tiempo. Luego su paso por la botella, es donde termina su recorrido de maduración y así sucede la magia.
Alrededor del vino siempre hay un halo de misterio, se trata de extraer de las uvas la mayor cantidad de sus componentes, para luego dejar que la alquimia natural haga su trabajo transformándolos en un elixir maravilloso, sería el “QUINTO ELEMENTO” tan buscado por los alquimistas durante siglos.
El vino es algo más que una bebida, el vino tiene alma, él puede transmitir lo que la tierra quiere decirnos, eso es conocido como “TERROIR” en francés y “TERRUÑO” en castellano (hablaremos de este concepto en otro encuentro) el vino puede transmitir el trabajo que hay detrás de él, desde la labor en el viñedo, hasta el sentimiento del viticultor y el enólogo que lo han creado. Es una mágica conexión entre la alquimia y la enología.
Hablemos de magia
Hay quienes trabajan en las bodegas y reconocen haber visto alguna vez duendes, estas criaturas mitológicas fantásticas que están presentes en el folclore de muchas culturas, son seres elementales, cuidadores de la naturaleza y el bosque. Son seres escurridizos que custodian el reposo del vino.
Me viene a la memoria una canción interpretada por un cantautor de mi tierra natal, el “Pocho” Sosa nacido en Mendoza, Argentina, en uno de sus discos incluye la canción “LOS DUENDES DEL VINO” escrita por otro mendocino, el poeta Armando Tejada Gómez donde recrea con bellas metáforas toda la magia y el misterio que hay detrás de la cultura del vino.
Los dejo en compañía de los duendes del vino y de esta poesía:
“La noche ya se ha adueñado
de mi país mendocino
el sueño de los racimos
sueña con sol y verano
y en un lagar trasnochado
bailan los duendes del vino
Una tonada se ha puesto
a revivir lo vivido
volviendo desde el olvido
se viste de sentimiento
y con la voz de los vientos
cantan los duendes del vino.
Si digo noche les digo
ternura en todas las cosas
noche de vino en Mendoza
es decir noche de amigos.
Hay una estrella brillando
en unos labios vecinos
el amor es su destino
y hay que apagarla besando
en cada boca alumbrando
andan los duendes del vino
Cogollo que va brotando
con un sabor mendocino
para que ustedes amigos
recuerden de vez en cuando
cogollo que voy armando
junto a los duendes del vino.”
**Recomendación: Para disfrutar con los 5 sentidos, bebe con moderación.
Lorena Laudecina Peña es sommelier y creadora de @rojocarmin.alquimia
Rojo Carmín es un espacio virtual creado para los amantes del vino y de la alquimia natural. Tradiciones, cultura del vino, maridajes, placer de los sentidos y vanguardia.